Cada día que pasaba ella miraba el celular y la computadora, pero nunca encontraba un mensaje de él, ese miserioso hombre al que ella habia amado sobre todas las cosas y habia jurado que era el amor de su vida. Sus lágrimas se iban secando conforme pasaba el tiempo, y el amor que sentía se iba apagando como una vela terminada, no sabía porque pero los recuerdos se iban desvaneciendo, uno a uno volviendo su mirada de un verde azulado a un gris, que no tenía sentido.
Un buen día decidió salir y no quedarse en casa como siempre lo hacía, decidió que ya era suficiente la espera y que no era posible que él no la buscara, entonces, fue al parque, mientras iba caminando pensaba : -¡que hermoso lugar nunca me había dado cuenta de que se veía así, tan maravilloso y lleno de vida!-. De repente sin esperar nada, alzó la mirada y ahí estaba él iba de la mano con otra, no lo podía creer, ella sientíó que su corazón paró por un momeno y que no podía respirar, para no toparselo se sentó en una banca que encontró, pensando que no la había visto y cuando imaginaba que él ya no estaba miró hacia adelante y el voltió a verla llenando sus ojos de lagrimas no dijo nada solo siguió su camino, de repente reaccionó, no habia pasado nada de lo que había imaginado todo habia sido producto de su imaginación, si se lo encontro y al verlo con otra no le importo corrió a sus brazos y lo besó, como si nunca se hubieran dejado, no existía nadie más que su amor.
Vanya, estoy segura de que disfrutas escribir; porque al leerte yo disfruto. ¡y si lo haces al menos una vez por semana, irás creando la necesidad convertir en letras aquello que te interesa!
ResponderEliminarMuy romántico relato, me gustó el tono meancólico, felicidades.
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